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Mostrando entradas de 2016
Son las 4 de la mañana del 12 de diciembre. Salvo que mi vida no se detiene, no hay nada extraordinario por aquí. Salvo que he logrado cortar con la mayoría de mis co-dependencias, tampoco hay nada nuevo por aquí. Salvo que después de dos años, por primera vez siento que estoy cien por ciento presente en esta tierra, no hay nada nuevo por aquí.  Nada nuevo. Me dan miedo los proyectos que estoy por iniciar ¿les suena? Como siempre. Los propios riesgos me producen insomnio; insomnio del que yo llamo "insomnio del bueno" porque hay en él una felicidad subterránea, la felicidad que surge de esa noción de que, aunque tengo momentos pésimos, en realidad nunca me detengo: no hay nada en mí que deje de moverse o de transformarse. Como les digo ¡nada nuevo! Salvo que, a pesar de no poder pisar mi país me siento más libre que nunca. Estoy de buen humor. No es que sean particularmente buenos momentos, es que estoy, por primera vez en dos años, completamente en mí. Tanto-tanto, que p
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Esto anda haciendo el barrio en voz de Louie Speaking Eagle (lindo escuchar el crédito a OllinIlhuicani-Cielo Portátil-Portable Sky). Native Indian Brown Power! (I guess).
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Quería venir a mostrar mi homenaje a Yoko y Lennon; supongo que cientos de mujeres han hecho lo que yo: homenajear a una mujer que supo manifestarse en su grandeza, incluso -y sobre todo- dentro de los estándares de comunicación masiva que la televisión significaba en aquellos tiempos, en el país que hizo su reino usando la supremacía blanca como cimiente.  Una mujer asiática-americana casada con el cantautor más famoso del mundo; grabando, gritando, colaborando con la clara intensión de mandar un mensaje masivo: nada de lo que transmiten los medios de comunicación es realmente importante, lo que nos dan es sólo una ilusión.  Cómo se estigmatizó a una mujer que no usaba maquillaje, que se mostró desnuda, que invitó al mundo entero a visitar su cama, que mostró (sin cobardía) su parte más intima, que demostró que se podía confiar, y que la paz era posible.  Los medios, amenazados, la mostraron como el demonio que separó a Lennon de su hermoso y rubio destino, como la mujer f
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"Yoko and me, thats reallity"
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No sé por qué esta canción ha estado sonando en mi cabeza, cuando el panorama es tan... tan... anywho ... y cada vez que suena en mi cabeza también pienso en ti. No hay relación alguna salvo el hecho de estar experimentando realidades absolutamente distintas (la imposibilidad) y que tú, tú... ah, nevermind .
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Hace tiempo que quería traducir esta reseña de Estilo, una de mis lecturas favoritas (no sé si una de las mejores) que alguien haya hecho de mi libro. Agradezco muchísimo a Allison Noelle Conner por tomarse el tiempo para escribir y describir esto que aquí traduzco y cuyo original apareció aquí:  FULL STOP  en inglés y que tituló Style - Dolores Dorantes. Comienzo con la portada del libro (una ilustración de Henry Darger) porque es desde ahí, desde donde Noelle decidió comenzar a describir su aventura. Ahí va:  Estilo - Dolores Dorantes ¿Cómo la imagen de portada nos prepara para las rupturas y reveces de Estilo, de Dolores Dorantes? Las pintura de Henry Darger representa a unas jovencitas abriéndose camino entre tormentas de agua. Dos niñas en primer plano parecen perdidas en un juego de mímica mientras otras, al fondo, parecen vencidas por la incertidumbre, el miedo o el pasmo. Rayos voraces cruzan sobre el cielo nublado. ¿Ha habido un desastre? La contraportada es la conti
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Foto: Luis Dorantes, Catedral San Patricio; El Paso, Texas. Noviembre 2016. Noviembre ha sido un mes diferente, no sé si para todo el mundo pero para mí lo es. ¿Recuerdan que en abril comenté que me daba miedo dejar el amor? Creo que mi noviembre diferente se debe a que el 2 soñé contigo, con tu cabello rubio. Tú eras puro sol. En el sueño estábamos ahí, en el sol, en una mesa de jardín y yo acariciaba tu cabello. Eras felicidad pura. No es añoranza lo que me provoca estos sueños o estos sentimientos. Son realidades que viven en mí, son momentos presentes. Es vivir en varios tiempos y en varias dimensiones. En lugar de dejar de amar, amo cada día más y, cada día me siento más y más libre. ¡¿Qué es esto?! No sé. Antier soñé que era una niña y que jugaba con mi muñeca favorita. Entonces recordé esa sensación de jugar con mi muñeca, de cargarla delicadamente, una muñeca que se quedó olvidada en un clóset en una de las mil mudanzas familiares, y de chica pasé años imaginando que
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foto de pantalla del diario Le Monde Hace días escribí este post, y lo escribí mal; o por lo menos así lo sentí yo; por eso lo pasé a borrador y después recuperé la imagen para volver aquí e intentar observar qué era lo que quería compartir realmente. Lo que quiero compartir realmente es la "noticia" (yo sé que para muchos de ustedes las comillas siguen sin importar un comino, para mí todavía dicen algo -BTW-) de que en el diario Le Monde, en París, un crítico se tomó la molestia de detenerse en uno de mis libros: Style/Estilo; que Cathy Fourez tradujo al francés, y que se publicó en L'abre Paroles el pasado marzo. Poco tiempo tiene la publicación, una publicación pequeña que se distribuye en Bélgica y Francia, pero ha dado su primer frutito. Un comentario en Le Monde, y un comentario bastante positivo, que dice (a grandes rasgos) que Estilo es una denuncia contra todas las formas de opresión, básicamente. Agradezco, y él lo sabe, muchísimo a Victor Martínez por
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¡Hola, americanos! ¡Hola, Latinoamericanos! Hoy por la mañana, mientras sentía la enorme decepción que rodea el barrio, el miedo de mi hermano y la desesperación de otros tantos seres queridos y estudiantes solté una pregunta: ¿Cuál es el plan? No hice más que preguntármelo para comenzar a verlo: sentido común, que le llaman. Pude ver la barricada en la que nos convertimos y la forma en que se parte nuestro continente para comenzar, de forma más abierta, el exterminio. No es que comience nada, es que continúa avanzando y ahora tiene prisa. Van por Latinoamérica, no van a esperar más ¿recuerdan cuándo les conté sobre la posición estratégica que significaba Argentina? Pues ya está. No voy a decir más porque soy una mujer con esperanzas no únicamente para mí, sino para aquellos a quienes sirvo. Por eso, dejo aquí una de las conversaciones que más me gusta escuchar para emocionarme positivamente: el gran Bruce Lee (chequen la arrogancia del entrevistador -cuyo concepto de la divinidad es
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Escena de Café Muller, de Pina Bausch. Es la primera vez que entreno físicamente para un performance. Cada vez que entreno estoy pensando. Es una práctica de movimiento nueva para mí, basada en los análisis de movimiento de Rudolph Laban. Pensé que se trataría sólo de eso. De estar preparada físicamente para levantarme del suelo en un segundo usando el impulso de mi brazo derecho y guiando el levantamiento con la pierna del mismo lado. Cosa de entrenar seis meses. Cosa de poner la mente en el cuerpo. Cosa de que la mente se mueva así, se concentre en guiar, en poner intensidad y energía en el esfuerzo. Llevo años practicando cierta clase de arte marcial no combativa, por eso lo de la energía-intención como hilo conductor del esfuerzo no me resultó difícil de entender pero ahora... ahora algo sucede. Platicaba hace unos días con mi amiga Perla de la vida como obsesiva compulsiva, no hacia afuera, sino mentalmente; mis obsesiones nacen y se empeñan en mi pensamiento y he sabido
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Fotografía de Molhem Barakat (Syria, 1995-2013. ) recordando a Arno Gruen a un año de su no-muerte Cambié de fuente, cambié de color. Como la sangre. Hace algunos años reflexionaba sobre la sangre y todos sus significados; ´ ¿Qué sería la sangre sin nuestra interpretación? Algo tremendamente hermoso, vivo, latente, colorido, de consistencia suave, de un color único: belleza pura. ¿Qué sería el mundo sin nuestra interpretación? Hace unos días leí un artículo sobre treatro que me envió un amigo, donde el director de una obra por demás propositiva, experimental, inteligente e interesante decía algo como "vivimos el peor momento del mundo" para justificar su impulso creativo y la necesidad de una obra de magnitudes fantásticas como la suya, que mezcla danza, teatro, tecnología, ciencia e investigación. Todo me gusta de puestas como esas; me gustan tanto que jamás hubiera imaginado que el director es tremendo pesimista. Soy pesimista también, por eso me da por pens
Es lindo regresar a casa. Volver a casa es volver a ciertos hábitos. A las pláticas matutinas con mis plantas, a la observación exhaustiva de las abejas en la enredadera o las arañas construyendo su red detrás de la ventana, al peso del silencio en esta hora; no es cualquier silencio, es un silencio que comunica muchas cosas desde un mundo que no se ve.  Regresé cansada. No porque mi viaje no fuera en sí un descanso, sino porque la vida me otorga ciertos privilegios y, ultimamente mis deseos se cumplen (no todos pero, por lo menos, algunos que me enriquecen profundamente la creatividad). ¡Esto es volver a casa! ahora tengo el impulso de soltar lo que escribo para prepararme un café ¡he vuelto a mí! ¿No es lindo? Cuando uno viaja, es como salir de uno mismo para formar parte de otros ¿no?, para construir lazos que se levantan rápido, arden y nos devoran y los devoramos precipitadamente porque: tenemos que irnos ¿no es cierto? y tal vez "nunca nos volveremos a ver" decía Fe
Esta plataforma me hace sentir cada vez menos y menos libre. Comencé a escribir blogs en el dos mil o dos mil uno, no recuerdo exactamente; inspirada por Epigmenio León y Heriberto Yépez. Poco después publiqué un paso a paso para que todo mundo publicara su blog en el periódico Norte, donde trabajaba. Escribir en blog era crear una plataforma pública donde no interviniera la institución. Me refiero a la institución gubernamental que, en aquel entonces, todavía controlaba quién era visto o leído desde nuestro despojado país y quién no. Pero al existir una plataforma "libre" donde la expresión no fuera controlada por el Estado, la institución también tuvo que plantearse la inclusión de quienes no formábamos parte de le elite pero estábamos siendo notados por la crítica al centralismo, que hacíamos desde el blog. A mí nunca me ha inetresado el centro de casi nada; si acaso de mi propio ser, para tener un poco de equilibrio emocional. Any who. Sostener un blog no es tan se
¿Cuántas veces he pensado que uno no es únicamente una sóla cosa, una sóla profesión, un sólo transcurso? ¿Cuántas veces he sentido la fuerza de ser lo que me pase por la mente: un animal, una escritora, una flor, un dibujo, un canto? Ayer tuve una crisis, últimamente llamo crisis a los momentos que predigo, a los momentos que ya veía venir y no quería aceptar que llegarían. Gajes de mi nueva percepción supongo porque, me gusta vivir en un tiempo constante, no en un tiempo que se corta y recomienza, y regresa para tomar impulso y recapitula; sino en un tiempo continuo. Por eso, cuando tengo la sensación de que algo se está repitiendo, algo de tiempo se está repitiendo me desestabilizo. Y vaya, repentinamente cierta urgencia de escribir, cierta necesidad de cerrar la puerta y las cortinas de casa y comenzar un libro nuevo me susurró de forma casi imperceptible: otra vez estamos en octubre ¡otra vez! pensé. Como si me encontrara en la misma esquina con la misma persona y el tiempo no h
Hace tiempo que no venía por aquí. Uf. No puede uno alejarse un rato de la virtualidad porque sucede todo.  No sé que pasa que no me apetece entrar acá. En lugar de eso preparo mi café en la mañana y comienzo a hablar sola en el sofá que instalé a un lado de las ventanas. Tengo la sensación de que el año se acabó, aunque faltan meses. Es lo malo con llevar cuentas en el tiempo. Uno cree que algo comienza y algo termina. ¡Qué absurdo! y vive los altibajos de cerrar o abrir emociones de acuerdo a lo que uno cree y, para colmo, no existe. Me duele la cintura, estoy cansada, con una reacción alérgica a no sé qué y además en la habitación de un hotel. He vuelto a tener el síndrome de querer regresar corriendo a casa ¿les había contado? Ese síndrome sólo me sucedía cuando vivía en Ciudad Juárez. Me resistía tanto a dejar la ciudad, la comodidad de mi casa y de mis actividades cotidianas. Pensé que jamás volvería a padecer de ese síndrome pero ayer, pensaba en viajar y me aferraba a mi cama.
Lunes, mi día de descanso. Me obligo a descansar. Es absurdo que un escritor descanse escribiendo, bueno quizá no. Quizá es sólo mi traducción del mundo que se empeña en pintar la escritura como mi trabajo; ya sabemos que el mundo no es así. Hay una construcción de un mundo que alguien más piensa, y es así: nuestro objetivo en la vida es trabajar, laborar, como quieran llamarle. Dentro de esa construcción los escritores no tenemos cabida. Tuvimos, hace siglos, cuando la red de entretenimiento de la humanidad era pensar y pensar era redituable. La mente que construye nuestra realidad ahora ha decidido que pensar no le conviene a nadie. Así que, bueno, aquí estoy, mordiendo el anzuelo de la duda, la duda mala, la duda de mi propia vocación. La duda casi siempre es buena, pero dudar de algo que inexplicablemente a quedado por encima de cualquier circunstancia de la vida, ante cualquier derrumbe de la personalidad, del caracter o de la economía, vaya, pinta más como el empecinamiento de
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Antonio López (Chef y Chamán de Project Chicomecóatl) y yo. Foto by Cisco Martínez (todos del mismo barrio). Julio, más de medio año adelante en el 2016 y muchas de las preguntas que me acechaban han ido respondiéndose organicamente en mi estancia en esta frontera. Muchos muertos, sí. Los muertos, aunque sea sólo uno, siempre son muchos. Pesan. Vecinos muertos, amigos y amigas muertas. La guerra, qué otra cosa puede golpear más en la guerra que ese tajo en el corazón que son los amigos muertos. Julio también fue tu cumpleaños, o la falta de ti cumpliendo años ¿verdad? Fíjense que digo muertos y no muerte. Los muertos son las heridas. Eso que vive con nosotros, eso que, los que quedamos vivos alcanzamos a percibir, algo que nos parte el corazón. Con el tiempo también he aprendido a aceptar más y más la muerte de mis seres queridos, como una línea continua, algo que nunca dejará de suceder. En posts anteriores les había aclarado que no vivo mi vida entorno al miedo que produce
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  pensar ¡qué lindo!
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Hay cosas que me parecen tan lejanas, como este libro INTERVENIR, cuya pesadilla de publicación ya les he comentado pero, aún así, me da gusto que todo el entusiasmo con el que Rodrigo y yo escribimos este libro haya sobrepasado cualquier infierno. Los lectores jóvenes han puesto atención a nuestro experimento que consistió, de cierta forma, en un esfuerzo por borrar nuestra identidad como autores y entregarnos a la experimientación de poéticas bien distintas a las propias. Aquí (THE THREE PERCENT ) pueden leer la reseña en inglés: esta es la traducción de la reseñ:                                                                           Tuve que leer primero 44 páginas de Intervenir/Intervene antes de darme cuenta en que andaban Dolores Dorantes y Rodrigo Flores Sánchez.  De forma recurrente en estas 44 páginas -y por todo el libro- hay palas, palas como golpes en la cara, lobelias -ajá! Palas y lobelias; jardinería, violencia, plantas germinando. Secretos enterrados floreciend
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¡ven! No sé qué me trae aquí hoy. Quizá la vocación. Cuántas veces me han preguntado "y eso ¿por qué lo haces?" pues porque es mi trabajo, respondo. Y cuántas veces a otros les parece absurdo que uno desligue su trabajo de un sueldo, o una ganancia forzonamente económica pero ¿de qué otra forma se puede ser escritor en estos tiempos del exterminio? La resistencia parte de ahí, supongo. Está implícita en el hecho de continuar siendo escritora a pesar de las circusntancias, sin ninguna empresa o mercado que dicte lo que debo escribir o hacia dónde debo dirigir mi pensamiento. Nadie me dice: escribe esto así, dí esto otro. Tal vez por eso me alejé de los medios de comunicación impresos porque, a fin de cuentas, siempre que hay un editor supervisando tu trabajo hay una línea editorial que te utiliza como pieza de un juego. Hace unos años me solicitaron, por ejemplo, colaborar con la revista Letras Libres en un homenaje a Nicanor Parra. No es que no me interese Nicanor Par
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Oaxaca, México., Ha sido una semana muy difícil para todos, una semana siguiendo y previniendo las reacciones que tomaría el gobierno mexicano a raíz de las manifestaciones de la CNTE (Coordinadora Nacional de los Trabajadores de la Educación) en contra de una reforma educativa que, lo sabemos todos, conduciría a la desintegración de uno de los sindicatos más importantes de México. La invasión por parte de las empresas transnacionales que inició con el TLC, y que comenzó sus claros procesos de exterminio durante la toma de poder de Felipe Calderón avanza sin tregua, utilizando la administración gubernamental como brazo ejecutor de las tomas de territorio. No me sorprende que el CNTE se levantara y decidiera luchar. No me sorprende tampoco que muchos de nosotros hayamos decidido apoyarlos. Esta semana fue difícil, como les decía, pero anoche comenzó el enfrentamiento real. Más de treinta personas desaparecidas, seis asesinadas y cincuenta heridas es el saldo de la primera co
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Estoy muda para mí. Así. Puedo venir aquí y contarles lo que me sucede: las circunstancias de lo que me sucede pero, sencillamente si busco una respuesta. de mí para mí, a lo que me sucede no la encuentro. Hoy me tiré las cartas del tarot, tampoco supe cómo interpretarlas, es como si para cualquier conversación conmigo estuviera negada. Incluso me siento incapaz de tomar ciertas decisiones porque no oigo en mí la respuesta. ¿Desde cuándo comencé a dudar de las decisiones que tomo o que estoy por tomar? Tal vez desde que comencé a creer que quizá había una forma de razonar para tomar "mejores" decisiones. El resultado ha sido el simple nacimiento de un abismo. ¿Dónde quedó mi seguridad para terminar con lo que tengo que terminar, para interrumpir lo que decido interrumpir, para echar a la basura, o al viento, o al drenaje, lo que tengo que echar? No sé. Cambió mi percepción de lo que vivo, parace. Me estoy adaptando, parace. Y en ese proceso de adaptación quisiera asir
Me ha parecido largísimo el tiempo que no he venido aquí. Me siento muy cansada. No entiendo bien a bien por qué.  En estos días que no tuve una buena computadora y que decidí volver a una computadora viejísima pero que resultó mucho mejor que la que había comprado (me tomó tres días repararla -tal vez por eso me siento cansada; o porque arreglé el jardín, o porque rediseñé el porche, o porque comencé a guiar la enredadera) parace que han sucedido muchas cosas. Una de ellas me tiene muy contenta: la publicación de Estilo en una editorial de Bruselas, traducido al francés por Cathy Fourez. La semana entrante es la presentación. En Paris. Estos días me he sentido muy sola. No me mal entiendan, no he estado sola, al contrario: me he sentido tan sola que cada compañía que se acerca a mí me conmueve, me parace grandiosa. Me he sentido sola en las pocas horas que me quedo sola en casa, pero no hago más que sentir ese pequeño vacío cuando bum! alguien llama, toca la puerta, envía un mensa
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jamás duró una flor dos primaveras Mi computadora está fallando. Me molesta pensar que necesito otra computadora porque, en realidad no necesito otra computadora. No necesito nada de esto. No necesito un teléfono celular. No necesito una red social. No necesito este blog, aunque este blog se ha convertido en una necesidad realmente no necesito la plataforma que lo sostiene. La única diferencia es que, de no ser por esta plataforma, ustedes no me leerían casi inmediatamente y mi mente no impulsaría su curso creyendo que alguien lee lo que pienso, antes de plasmarlo en esta pantalla. Los condicionamientos son así.  El caso es que esta computadora no se porta mal por ella misma, sus mecanismos están bien. lo que ha empezado a fallar son sus codificaciones; fue codificada para comenzar a fallar después de que transcurra cierto tiempo ¿a eso se refieren quienes afirman que ahora la tecnología pretende conjurar el tiempo o pretende apresar el tiempo, manipular el tiempo? Pues n
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"Wir werden als Originale geboren, sterben aber als Kopien" Hace varias semanas que no uso mi computadora. No entro a Skype, no visito Facebook, no escribo nada específico: leo. Leo a Foucault y consulto tuiter desde mi celular, y me comunico con mis amigos por mensaje de texto y, poquísimo whatsapp. Anoche, mientras decidía si vería una vez más "Hable con ella" abrí mi cuenta de tuiter en el celular. No sé por qué busqué la cuenta de Arno Gruen, tal vez porque no lo veía por tuiter hace tiempo. Noté que en su descripción aparecía la fecha de su muerte: octubre 20, 2015. Como cualquier noticia inesperada se me dificultó un poco creerlo. Navegué buscando la noticia. Me costó trabajo encontrarla en inglés, pero ahí estaba. Era verdad. Arno Gruen había muerto el 20 de octubre del 2015. Sentí rabia, no lo pude evitar, una rabia egoísta. Primero: ¿por qué me entero hasta ahora? ¿por qué no se difundió de forma más amplia la noticia? ¿por qué todos los detal