Hace tiempo que quería traducir esta reseña de Estilo, una de mis lecturas favoritas (no sé si una de las mejores) que alguien haya hecho de mi libro. Agradezco muchísimo a Allison Noelle Conner por tomarse el tiempo para escribir y describir esto que aquí traduzco y cuyo original apareció aquí: FULL STOP en inglés y que tituló Style - Dolores Dorantes. Comienzo con la portada del libro (una ilustración de Henry Darger) porque es desde ahí, desde donde Noelle decidió comenzar a describir su aventura. Ahí va:
Estilo - Dolores Dorantes
¿Cómo la imagen de portada nos prepara para las rupturas y reveces de Estilo, de Dolores Dorantes? Las pintura de Henry Darger representa a unas jovencitas abriéndose camino entre tormentas de agua. Dos niñas en primer plano parecen perdidas en un juego de mímica mientras otras, al fondo, parecen vencidas por la incertidumbre, el miedo o el pasmo. Rayos voraces cruzan sobre el cielo nublado. ¿Ha habido un desastre? La contraportada es la continuación de la parte frontal pero contiene una sorpresa perturbadora. La estatua de una figura uniformada a la izquierda, suspendida en una lucha brutal con una niña que se enrosca detrás, la lengua de fuera. ¿La está ahorcando? ¿Ella se burla de él? ¿Cómo entender esta visión de pesadilla?
Estilo es un poema en prosa contado en tres partes ---secciones en cursivas son el preámbulo de racimos numerados de trozos narrativos. Comienza con el #6 y termina en el #29, antes de dar la vuelta para incluir #1-4. No hay #5. Algunos números se repiten. Las secciones en cursivas describen usos específicos para la palabra Estilo, incluido en botánica (en una flor, la extensión del ovario que termina en el estigma) y el sentido personal de Dorantes (una búsqueda paciente y extendida de sí misma). La definición botánica abre el libro; está junto al estilo como forma básica de expresión. Leer los dos significados. uno detrás del otro, produce cierto efecto. En una flor, el estilo es la prolongación del ovario pero no es el ovario en sí, porque no contiene óvulos. Al mantener los significados enganchados ¿cómo un modo de expresión puede ser la extensión de, pero fallar al ser la expresión misma? ¿Cómo personificar este espacio de tensión -de ser y no ser?
#6 comienza con imágenes de ramas cruzando "la interminable piel del cielo" que rápidamente cambia para acompasar el "nosotras".
Tiras de cielo tienes de nosotras, fervor, Tiras somos. Partes vivas de un árbol.
Estilo es narrado por una incansable voz plural femenina, signada por la aparición del "nosotras". Le hablan al "tú" desconocido, cuya identidad muta azarosamente. ¿Eres tú el maestro, el torturador, el amo, el presidente, el amante, el capataz, el lector? Tú es todos los nombrados, nadie y más.
Somos tuyas. Para tu voluntad y queremos lo nuestro. Vamos acomodándonos ahí. Calentando ahí. Corremos como la sangre y las lobelias del miedo. Entramos como la frescura. Nos acomodamos ordenadamente, como militares o joyas.
La narrativa gira alrededor de unas cuantas acciones e imágenes recurrentes, creando una agobiante sensación de compulsión, acumulación y de estar enredado en una trampa: racimos de flores, lenguas, máscaras, correas, códigos, visitas a tu cama. Este coro furioso que vive en el cielo, usa "tu máscara de presidencia perfecta" aunque no pertenece de ningún lugar. Te piden que les tapes la boca, que las ataques con armas, recibir los golpes. Quieren destruir las marcas del Estado: oficinas, fábricas, escuelas. Mientras permaneces asfixiado en su red infinita de persecución rabiosa.
Te esperamos latiendo como minas. Por debajo y por dentro. Por debajo y por dentro. Por debajo y por dentro somos un mar de nenas de ceniza. Somos adolescentes armadas cruzando la frontera.
En su reflexión sobre la experiencia de traducir Estilo, Jen Hofer plantea cómo es que Dorantes usa la palabra "minas" ondeándose y desdoblándose en formas que el Inglés no puede captar. Minas como lugar de extracción de minerales o sitios de explosión militar, respectivamente. Mina también es un término de caló para "nenas". Al mezclar y tallar definiciones, Dorantes crea resonancias chocantes que generan eco de formas perturbadoras. Nenas (incluso en el sentido más femenino) estallan ---de dolor, de rabia, de cansancio, de muerte; son lugares de constante violación y explotación. Como minas, la indetenible fuerza del texto permanece escondida; no podrán ser encontradas "más que en los inesperados pasajes de la mente" anticipándose. Contienen impulsos, entrelazados, y subvencionados (aparentemente) contradictorios: guerra, refugio, dominación, sumisión, deseo, odio, víctima, agresor, pertenencia, no-lugar.
Una trampa binaria comprendida en la superficie. Aquí el pensamiento dual es remplazado por la meditación en las intersecciones --- Dorantes nos señala un lugar que contiene energías conflictivas simultáneas. El texto oscila entre demandas, peticiones y potenciales/ incómodas/subtextuales/combinaciones entre ellas. "Que tu racha de pájaros pase sobre nosotras" y regresa a "Amárranos, pónnos la correa. Ordena échense y muéstrenme la lengua: una racha de pájaros" que recuerda a "A partir de esta noche siempre será de noche y nunca dejarás esta cama: larga racha de pájaros y una presidencia. Venimos"
Por medio de la repetición, Dorantes quiebra y reordena el lenguaje enfatizando su elasticidad y su ambigüedad. "Racha de pájaros" encarna una acción, una esencia, un efecto, una advertencia, una negación. Su significado es inestable, vibrante, se (des)crea a sí mismo frente a nuestros propios ojos. En su texto, el lenguaje se desarraiga, muta, reinicia, niega. Esta frase ocurre frecuentemente, un refrán nos caza: "Este libro no existe". ¿Qué hacer con un libro que insiste en su propio no-ser?
Este libro no existe. Todo lo dicho en nombre de un amor que no dura. El desahucio de cada línea. La droga en que se ha convertido ver la sangre.
El libro no existe. "Es un organismo que camina" pasando por, e interrumpiendo nuestra comprensión de cómo deberíamos movernos, hablar, hacer y actuar. Dorantes está especialmente interesada en los diálogos entre nuestros estilos de consciencia y cómo nos movemos, hablamos, construimos y actuamos a través de ellos. En una conversación con Ben Eherenreich, explicó: "Por mucho tiempo he reflexionado acerca de los condicionamientos que nos mantienen anclados a ciertos sistemas de poder y que generan dentro de nosotros la reproducción del mismo sistema que criticamos... he pensando mucho acerca de la marca que queda al final de ese proceso de reproducción".
¿Cómo y cuándo la expresión se deforma convirtiéndose en un modo de reproducción sin sentido? Cuando nos apropiamos del lenguaje de los procesos de producción (fabricación).
Dorantes señala las muchas maneras en las que podemos resbalar inadvertidamente
---Individual/colectiva, privada/pública--- dentro de la automatización. En el texto están coludidos los gestos personales con imágenes de monitores, líneas de ensamblado, consumo y contaminación. Nos está pidiendo reconsiderar nuestros propias implicaciones en la expresión y sus consecuencias. ¿Dónde se fabrica la violencia? ¿Qué estilos permiten y alientan nuestro condicionamiento, nuestras reproducciones? ¿Cómo estar/ser en sistemas que te colocan en estados de negación permanente?
---Individual/colectiva, privada/pública--- dentro de la automatización. En el texto están coludidos los gestos personales con imágenes de monitores, líneas de ensamblado, consumo y contaminación. Nos está pidiendo reconsiderar nuestros propias implicaciones en la expresión y sus consecuencias. ¿Dónde se fabrica la violencia? ¿Qué estilos permiten y alientan nuestro condicionamiento, nuestras reproducciones? ¿Cómo estar/ser en sistemas que te colocan en estados de negación permanente?
Estilo rechaza esta lógica de exterminio ---que puede ser disfrazada como trabajo, como nación, como protección, como literatura, como amor--- deshaciendo varios modos. La expresión se vuelve energética, una impredecible cacería actual entre dos o más fuerzas. Tú, un instrumente del patriarcado represor, enfrenta los hilos de su construcción violenta. Nosotras, representa un nudo sin deshacer: lo despiadado no puede divorciarse de sus acciones construyendo un estado desposeído. Están condicionados por un impulso basado en su destrucción. En lugar de reproducir el terror, Nosotras reescribe la furia del muro de lo no descubierto y el suspenso, que no terminan nunca. Al final del #10, el texto se burla "somos tus códigos, una hilera de números para que nos sometas. Números rojos y calientes. Hirviendo." La siguiente página continúa:
11.- Una hilera de nenas esperando. Una hilera plagada de preguntas. ¿De que lado del pensamiento te ronda más la muerte? ¿Cuántas piensas que somos? ¿Cómo viniste a ser nuestro maestro? ¿Fervor? ¿Racha de pájaros? ¿Disfrutas al cerrarnos la boca? ¿Esto es ambiguo? ¿Puedes oír los códigos que somos?
Un descuido sistemático produce su precario no-ser. Nosotras no son sólo cientos de nenas quemándose juntas; no son el solitario enjambre de muchas piernas fervorosas con "máscara de niña y lengua de animal". Encarnan la marca dejada al final, reverberaciones silenciosas de las sanciones del Estado, su crueldad y su complicidad. Estilo no ofrece una solución. Lo que permanece es una sostenida y activa meditación, "este mundo que ya no es el mundo", un lugar deshecho por su propio apetito voraz. Esos que continúan mudos, desaparecidos, desahuciados, exiliados, se alzan para respirar su devastación.
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Allison Noelle Conner vive en Los Angeles, donde trabaja como asistente de editor de ficción en The Offing.