Me ha parecido largísimo el tiempo que no he venido aquí. Me siento muy cansada. No entiendo bien a bien por qué.  En estos días que no tuve una buena computadora y que decidí volver a una computadora viejísima pero que resultó mucho mejor que la que había comprado (me tomó tres días repararla -tal vez por eso me siento cansada; o porque arreglé el jardín, o porque rediseñé el porche, o porque comencé a guiar la enredadera) parace que han sucedido muchas cosas. Una de ellas me tiene muy contenta: la publicación de Estilo en una editorial de Bruselas, traducido al francés por Cathy Fourez. La semana entrante es la presentación. En Paris.

Estos días me he sentido muy sola. No me mal entiendan, no he estado sola, al contrario: me he sentido tan sola que cada compañía que se acerca a mí me conmueve, me parace grandiosa. Me he sentido sola en las pocas horas que me quedo sola en casa, pero no hago más que sentir ese pequeño vacío cuando bum! alguien llama, toca la puerta, envía un mensaje al whatsapp, me invita para acompañarlo a alguna parte. Tal vez ese sentimiento de soledad que me aborda tiene que ver con que nunca me quedo sola realmente, con que no he podido profundizar en esa especie de tristeza que se asoma unos minutos y se borra inmediatamente, conmovida por la gente que me rodea. 
Ayer vinieron mis amigas, comieron helado, bebimos cerveza, nos reímos unas de otras, son mujeres adorables, con mentes adorables y problemas adorables.
Tal vez me siento sola porque Diva ha empezado notablemente a envejecer, tiene suelto el ligamento de una patita, necesito ayudarla a subir y bajar de la cama, a medio día pone cara tristísima y juega con su hueso por muy pocos minutos. No sé, no siento esta soledad como otras soledades, como otras veces. ¿Qué pasa conmigo que si dejo espacio para pensar se manifiesta esta tristeza extraña, como de niña que ha perdido algo? No la entiendo. Me da risa en estos momentos no entender, generalmente detecto de dónde viene mi tristeza o de dónde surge mi decepción pero esta vez es distinto: soy profundamente feliz con casi todo, pero en cuanto hay algun silencio algo sucede algo como esto, ahora que escribo, una especie de conmoción que se corta en cuanto pienso en mis amigos, y se transforma en felicidad, en gozo. Este es un sentimiento nuevo, que debo observar, un sentimiento desconocido. Me siento tan afortunada y tan sola al mismo tiempo, eso genera un shock en mi percepción y comienzo a creer que todo lo que percibo pasa únicamente en mi imaginación, que la realidad que veo y con la que convivo no es real. Que mis amigos y yo no tenemos una relación real. Que lo que yo creo que es no es, que lo que yo creo que hago no existe. Que el vínculo con los otros es realmente un vínculo hacia mi misma y es ahí cuando me detengo, porque me da pánico, me provoca vértigo.
Tengo muy presente el ragalo que me hizo mi amigo Shawn para mi cumpleaños, me envió un mensaje: "que apartir de hoy se cumplan todos tus deseos sin generar apego alguno". ¿Será esto?