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Mostrando entradas de 2015
Nuestro libro Intervenir continua apareciendo en las listas de este año; este ha sido mi comentario preferido a su lectura, hecho por Sara Uribe y publicado en su TOP 10 de libros en la revista Transtierros . Intervenir fue un libro que escribimos (yo con mucho entusiasmo y alegría) si no me equivoco, en el 2009. El proceso de publicación fue una tortura. ---No nos salvamos de los abusos típicos por parte de editores que se creen superiores al autor, y lo tratan desde esa supremacía (por lo general blanca, o criolla)---. Pero la gratitud que siento hoy ante una descripción  precisa, de la intervención como cirugía, vale cualquier sumersión en el infierno. Mil gracias, Sara Uribe. "¿Qué ocurre cuando un lenguaje es avasallado y atravesado por la violencia? ¿Cuál es esa irreversible luxación que se efectúa en las palabras y sus significados? Algo nos deja vacíos, descolocados, inciertos. El lenguaje nunca es el mismo después de preguntarse por los cuerpos rotos de un país roto
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Image courtesy (for Entropy) of  Kenyatta A.C. Hinkle  and  Jenkins Johnson Gallery Mumbo Jumbo, 2011 India ink and Wite Out correction fluid on acid free recycled paper, 8.5 x 11 Hay temas que me apasionan, uno de esos temas es la percepción de cualquier tema que toque Fred Moten. He escuchado críticas a Perloff desde hace años, y a Goldsmith también (si no los conocen qué bueno), críticas que celebro aunque, algunas veces, provengan de gringos inconscientes de su propio deseo de pertenecer al mundo que critican o que "desprecian"; porque aunque se ha activado el motor de la reflexión en ellos, reflexionan sin un verdadero cambio de percepción del mundo, es decir, reflexionan desde su mundo blanco (en México, diría que los clasistas reflexionan desde su mundo criollo, por ejemplo, siendo alumnos orgullosos de personas como Marjorie Perloff --sí, Perloff le debe su fortuna, en parte, a algunos mexicanos que desprecia). Un mundo donde el "Yo" está por encima
Llover siempre llueve. A veces con violencia. A veces suave. Recién llegados a casa o sin techo nos sacudimos  como terriers mojados. O con cuidado, para que nadie note que hemos llorado. Pero llover siempre llueve. ¿Hasta dónde he llegado en ti el nivel del llanto? ¿Hasta el ombligo? ¿El pecho? ¿El cuello? No necesitas desnudarte para enseñárnoslo. Nos lo leemos mutuamente en los ojos como en un transportador. Si hay que decir algo siempre se puede decir: Amor mío, para mañana ya tendrás secos tus guantes de lana. Werner Aspenström (trad. Paco J. Uriz)
Si continúo agregando entradas a este blog, nunca voy a terminar la selección que necesito entregar para fin de año. Pero es este tipo de escritura el que surge mientras trabajo en eso y aquí estoy, escribiendo en vez de seleccionar. Estoy comenzando a creer que esta clase de escritura se está convertido en otra forma de dependencia. Al tratar con otras personas, personas que tienen poco tiempo en mi vida, personas que me hacen pensar desde una existencia novedosa, con las que sostengo un proceso de conocimiento y aceptación actualmente, puedo percibir que hay algo que no encaja: necesito escribir para explicarme algunas cosas, para resolver algunos pensamientos y después dominarlos oralmente. Incluso pensamientos que domino y sostengo como parte de algunos libros que no he publicado todavía, los cuestiono si los platico, los cuestiono al momento de repensarlos. La escritura se ha vuelto una resolución a las preguntas que me hago desde el año pasado. Quizá sean dos años ya que me he
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Pues en esta pequeña lista de lo "acontecido" en México, vuelve a aparecer Intervenir, Uno de mis libros escrito en co-autoría con Rodrigo Flores-Sánchez, Un libro que realmente no es mío, pero tenía que nombrar de alguna manera a ese despojo. Gracias por su preferencia textual, amigos. Celebro que Intervenir se lea. Ojalá este libro sea libre de la editorial mezquina que lo posee, y entonces sí, pueda llegar a más personas de forma gratuita. De cualquier forma reitero mi voluntad de compartir PDF con la versión del libro en español, a quien me envíe email solicitándola a: cieloportatil@gmail.com aquí el link del suceso, en la revista La Tempestad . Celebro también que Anti-Humbold esté en esta lista; un libro preferido escrito por encima del Tratado de Libre Comercio, que manifiesta una crítica desde el mismo lenguaje legal que lo narra (al tratado). ¡Viva México! y, otra vez, gracias (quien sea).
Tengo un deadline que me está matando. Me está matando, porque sólo he revisado doscientas páginas de las setecientas cincuenta que tengo que revisar, para seleccionar, corregir y armar el trabajo que estoy haciendo. Estoy en un momento del año en el que ya no soporto los lentes, tengo una alergia espantosa, los ojos hinchados como un huevo cosido, y mi ánimo en otra parte. Afortunadamente, como bien dijo la grandiosa Rigoberta Menchú: uno construye el tiempo, y diciembre se ha extendido como ningún otro mes este año.  Escribo, con dos copas de vino vacías frente a mí, porque diciembre también es el mes en que los amigos aparecen en el porche de casa intempestivamente, escuchan discos, bailan y ríen como gitanos y se van, dejándome siempre una botella de vino de reserva. Ayer, decidí terminar con la botella de vino dulce que quedaba; sin esperanzas, rechazando el túnel que es entrar a ese trabajo literario (tal y como lo rechazo ahora) cuando Juan Manuel apareció, tomó una copa de
El año pasado me propuse encontrar, por lo menos, una vez por semana, un poema feliz, para postearlo aquí. Fracasé. Los poemas felices son pocos. Los poetas que escriben poemas felices existen muy brevemente en su entusiasmo; es el mundo, supongo. Sin embargo, desde aquella búsqueda me recontré con Werner Aspenströn. Poeta sueco, un lenguaje con alcances emocionales insustituibles ¿cuáles serían las copias de los lenguajes? No me refiero a la copia idéntica, sino a esa que surge y se transforma ¿surgirá cuando pronunciamos desde nuestro bagaje extranjero otro idioma para intentar comunicarnos, o aprender? Me gusta eso, ese giro que con una pequeño twist de la lengua puede transformar un proceso de copia en una marca distinta. ¿No es hermoso? Ustedes que han hecho del pensamiento un proceso sostenido de aprendizaje y que me visitan alegremente; ustedes que saben lo que es agitarse como un animal entusiasmado; ustedes que saben lo que es dormir como una flor, deben comprender que la
Disculpen que venga aquí a contarles mis sueños, pero es que el sueño de anoche fue extraordinario. Hace años, conocí a una mujer indígena tarahumara de nombre Teresita; llegamos hasta un lugar en la sierra de Chihuahua, en la mera cima, frontera con Sinaloa. Al lugar lo bautizaron Puerta del Cielo. De esto hace, quizá trece o catorce años. Yo viajaba con un grupo de exploradores-amigos interesados en el chamanismo, la espiritualidad y esas cosas. El asunto es que Teresita tenía fama de trabajar con la energía de las manos. Llegamos después de más de 14 horas de camino de brechas, y ella eligió trabajar directamente cuatro personas, yo entre esas cuatro. Cuando ella puso sus manos sobre mi cabeza, yo literalmente me fui; como si estuviera viajando por un túnel de luz, fuera de mi cuerpo. El viaje se detuvo porque llegué frente a una energía invisible, pero que podía tocar. Tocaba sus manos y sus dedos se sentían como el campo magnético de los imanes opuestos. Y yo pensaba algo como:
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¿y sin nos vemos en Alicante?
No necesitamos comprar un boleto para llegar a casa... yo vuelvo a casa: "Ni extera noa" es un tatuaje que quiero hacerme, sí... en euskera, porque cuando lo escuché por primera vez fue en una clase de gramática de euskera... mi querido maestro Josu construyó la frase con lo primero que se le vino a la cabeza "Ni extera noa"... "Yo vuelvo a casa" y es que, a mi maestro de euskera, las cosas que se le vienen a la cabeza de forma espontánea nunca son cualquier cosa. En estas fechas en las que vivimos la, en ocasiones pesimista y en ocasiones entusiasta, ilusión de que un ciclo termina y otro comienza, me gusta recordar a otro de mis más queridos maestros Tich Nhat Hahn, y compartirlo con ustedes. ¡Vale la pena escuchar esta enseñanza! me encanta cómo pronuncia "the here and the now". Que el próximo ciclo imaginario sea lo que sea, pero sea siempre aprendizaje, queridos amigos.
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demórate aquí, a la luz
Ayer pasé un día terrible. Las raíces del sufrimiento parecen misteriosas en ocasiones. Sufrí, prácticamente todo el día. Entre más diestra me vuelvo en detectar el sufrimiento e identificar los motores que lo activan, más complejo se vuelve, supongo, en su afán por permanecer. "El tiempo lo que busca es durar" oí en alguna parte. Así he ido pasando durante esta breve existencia, de el drama más ordinario por asuntos insignificantes (como el primer "eso no se dice" que algún adulto clavó en mi corazón siendo una niña, o ser excluida de algún grupo de amigos en la primaria; tener el corazón roto porque me enamoré de algún gato callejero en la adolescencia; ir perdiendo a mis "mejores amigos"; recibir la espada de la traición de alguno de mis colegas; soportar la prepotencia de algún profesor ignorante de la universidad; no ser amada por el gato callejero más apuesto del barrio, etc) a sufrimientos cada vez más complejos, como la obsesión emocional susti
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el mundo Como tengo la fecha límite para un libro que, aunque ya está escrito, me resulta imposible de recopilar porque nunca lo pensé como libro y que, de hecho, alguna vez cuando el blog fue una moda (como ahora los selfies) algunos de mis amigos más queridos afirmaron que el día que se publicara en un libro lo que publicábamos en el blog, estaríamos traicionando nuestras más nobles intenciones; yo , sin embargo, he tenido una oferta que me resulta imposible rechazar. Porque, para empezar, es una editorial maravillosa, cuyo nombre no mencionaré, porque ¿qué tal si después de todo nada cuaja? profundamente femenina y sería mi primer libro de crónicas. Asunto que muero por realizar. En secreto, lo único que yo he querido escribir toda mi vida es prosa. En secreto también, considero que mis libros de poesía fueron sólo un ejercicio para templar mi propio lenguaje, para domarlo y, a fin de cuentas, despojarlo de ese sentido de propiedad. El asunto es que cualquier fecha límite me
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Pues nada, que el polémico libro Intervenir, escrito entre mi buen amigo Rodrígo Flores Sánchez y yo, está en el lugar 9 en Best of 2015: Best Poetry Books & Collections  me da mucho gusto estar juto a la gran Bhanu Kapil y el fabulosísimo y admirado Johaness Goranson (una indú, un sueco y dos mexicanos en esta lista, no está mal ¿verdad?)  Sabemos lo que las listas significan. Pero aún así, da gusto que el beneficio malsano que logra una editorial abusiva como la que nos publicó Intervenir, dará no sólo ventaja de la mala a esta editorial clasista, sino que también pondrá ese amor con el que Rodrigo y yo trabajamos, en manos de muchos lectores. ¡Gracias por leer y preferir Intervenir!
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Mi pequeña copia te saluda!
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una coplita mexiacana cantada por una diosa española
LA PRUEBA DEL AGUA Entonces me dije: Los únicos poetas que me interesan son los que llevan cuidadosamente con manos nerviosas un cuenco lleno de sangre en el que ha caído una gota de leche o un cuenco lleno de leche en el que ha caído una gota de sangre… Ahora ya he visto, ahora quiero ver el firme asimiento de un cuenco lleno hasta los bordes de agua de manantial Gunnar Ekelof; trad. Francisco J. Uriz
Debería estar triste, pero no lo estoy. Hace tiempo que pongo mucha atención en los condicionamientos del comportamiento humano, como sabrán, queridos visitantes. Empezando por mi propio comportamiento. La entrada de la derecha al poder, en la Argentina, me rompió el corazón. La derrota del frente socialista en Venezuela no me sorprende. Con el corazón roto porque a Suramérica se la están cargando las corporaciones tuve que detenerme a observar, a observar mi dolor, exhaustivamente. Observar el sufrimiento no significa instalarse ahí y hacerlo crecer: ese es el drama; sino observar el sufrimiento tal y como es, en todas sus posibles dimensiones, sin esquivarlo. El sufrimiento no aparece en nosotros por error; no somos defectuosos por el hecho de sufrir; no estamos haciendo algo mal si sufrimos; el sufrimiento es parte de la naturaleza; es una de tantas formas en las que nuestra conciencia se manifiesta y, si no sabemos reconocerlo y aceptarlo, como se acepta lo irremediable, lo alime
Porque para escribir ese libro tuve que apartarme de mi perro interior. ¡Pero he vuelto, amigos! (agitando la cola). Por cierto, este humano vive peor que animal, sumergido en una nube oscura de pesimismo -tipo EcoLoco-. ¡Ea al baile! (pero mañana, eh? porque este perro ya no es un cachorro).
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Vivo sin vivir en mí
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Resistir es una tarea difícil. Como ese tiburón me he sentido cada vez que, por necesidad, tenía que pisar un WalMart en LA y recibía la desaprobación de amigos que sólo comen frutas deliciosas de mercados orgánicos y que ningún agricultor indocumentado puede probar (víctimas del neo-esclavismo, cosa normal en este país: víctimas los dos, mis amigos y los indocumentados). Mis amigos, por ejemplo, pueden soportar a un clasista, moverse en círculos sociales clasistas, alentar el clasismo, promoverlo, incluso ser clasistas. Pero siempre van a presionar a quien compre en WalMart. Escribo un libro, por eso estoy esta mañana aquí, en lugar de continuar con el ensayo que me fascina, un resorte impulsivo (¡sí, también a veces, actúo por impulso, sin pensar, como un resorte! -como cuando te besé por primera vez-) me condujo a esta caja de texto. Porque estoy escribiendo sobre la presión social, esa mancha oscura que se desborda por las miradas, incluso, de nuestros seres más queridos.
Hoy no creo en nada. No quiero hacer nada. No me conmueve nada (o me conmueve todo). No creo en nada porque veo cómo la fuerza de los lenguajes huecos avanzan. Las palabras a las que se les despoja de sentido. El lenguaje es una fiel reproducción de lo que pasa con nuestras sociedades a nivel mundial. ¿Se puede todavía hablar de sociedades? Ayer estaba a un paso de entrar aquí y escribir esto, pero recibo llamadas entusiastas, sonrisas emprendedoras, visitas para organizarnos, asuntos que resolver, escuché jazz, bailé abrazada de mis seres queridos. La verdad es que estoy cansada. ¿Cómo se puede entregar un proyecto cuando lo que te envuelve es el cansancio? No es un cansancio físico totalmente, es un cansancio moral ¿se puede? Una decepción profunda. Dudo de cada frase que construyo, observo el lenguaje como si fuera un animal que no había visto antes en mi vida, y que, además, no sé qué es lo que intenta decirme. No entiendo mi propio corazón. Un amigo me comentó que era muy sencil
Y por si no quieren leer (yo les leo):
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Perón tomando café. Pero ya sé de lo que quería hablar desde la mañana. No era de ti, ni de mí. Sino de la guerra. Que es lo mismo que hablar de ti o de mí. La tercera guerra mundial, que le llaman. Yo la llamaría, la primera guerra global. Que no se libra sólo en la geografía terrestre mundial, sino también dentro de un geografía tecnológica y virtual; el "otro" mundo, que si filtra hacia el mundo terrestre a través de las regulaciones tecnológicas de los aparatos que producen el mundo virtual: teléfonos, ordenadores, televisiones, dvd's, relojes de pulsera, chips de automóviles, y un largo etc. Hay asuntos relevantes para tomar en cuenta aquí. Que no tienen nada que ver con asuntos personales, sino globales. No somos un pequeño cuerpo intentando parecerse a los prototipos que nos lanzan los medios de comunicación. Incinerando nuestro pelaje como fórmula para la verdad, blanqueándonos o bronceándonos. Somos ya, algo más que la máscara. Tampoco somos animalitos
No encuentro mis lentes. Aún así, el impulso de venir acá y comenzar a escribir con los ojos llorosos,(producto en parte de dos litros de vino que bebí anoche, y en otra parte de estos cuarenta y dos años que se detienen frente al monitor) no terminaba de manifestarse apenas puse un pie fuera de la cama ¿qué es esto que escribo acá? ¿qué es esto que he sostenido por quince años acá, en esta plataforma? Hubo un tiempo en que todo mundo teorizaba sobre el blog y su pie que avanzaba creando un rumbo nuevo para los escritores que, dificilmente, eran leídos fuera del aparato institucional. A mí, en ese entonces, me pareció absurdo analizar algo tan natural como la escritura, sólo que ahora en un medio distinto, en una plataforma diferente. Lo que sí puedo afirmar es que es una escritura distinta [...] Oooops, ya está el café, encontré mis lentes, la vida es buena y ha vuelto a mi cuerpo enteramente. Decía que para mí el blog se convirtió en una forma de la escritura totalmente distinta. P
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paseo por la montaña No sé si llamarlo crisis. Si las llamo así tendría que aceptar que mis crisis, últimamente, duran menos de una noche. Pues la tuve ayer. Una crisis. Comencé a pensar en todos los proyectos en los que tengo que concretar un avance antes de diciembre. Avances cruciales. ¡Todos! A estas alturas del año recuerdo que las personas tienen cierres de edición, las convocatorias tienen fecha de cierre, los trámites migratorios tienen que "realizarse" sí o sí. Olvido que tengo tres libros sin terminar, que no he avanzado ni medio párrafo en el libro que me atormenta, que mis ganas de publicar en Brasil se disipan, gracias a mi nula capacidad de sumergirme en la prosa ya escrita, reordenarla y fecharla. El tiempo se me pasa entre los vecinos que llegan a la casa, las nuevas amigas que me presentan a sus familias, los niños que visitan la Biblioteca Libre, el mercadito de los sábados donde instalo la Librería Feminista, los eventos de las organizaciones de muj
En gran medida, me defino como obsesiva compulsiva para deshacerme de la responsabilidad que me ata a mis propias decisiones. No escuchar mi sonata predilecta de Bethoven con otro interprete es una responsabilidad que no quiero tomar (nunca sabré cómo escribir Bethoven, lo siento): nadie, como Richter, pasa de una nota a otra con total continuidad, sin interrupciones (y es verdad, pero ¿por qué no acepto que existe belleza en sentir cómo las notas llegan a su fin y se unen perceptiblemente a otras cuando la misma sonata es interpretada de forma distinta?). Definirme como obsesiva compulsiva me permite imaginar: este no es un trabajo, es una obsesión. No estoy construyendo un estilo, no trabajé en crear los artificios de mi lenguaje durante aaaaños, para ahora manejarlos como si untara mantequilla en un pan; solo me obsesioné con el lenguaje como ahora me obsesionan otras cosas. Un vacío se clavó en mi estómago cuando percibí que, tal vez, me he estado ocultando detrás de mis obsesio
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Alegría de mi tristeza. (La espera es difícil, más yo espero zambando... una rosa es una rosa una rosa es una flor).
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Qué nos importa/ qué nos importa/ aquella gente que mira la tierra y no ve más que tierra/ / Qué nos importa/ qué nos importa/ toda esa gente que viene y que va por el mundo sin ver/ la realidad.
Amigos, no se preocupen, estoy bien. Pensando en las marcas que genera la vida. La manifestación de la realidad es esa forma en que percibimos las marcas que nuestro pensamiento transporta hacia afuera. ¿Me explico? Creo que no; creo que tendrían que verlo, como yo lo veo. Es difícil compartir una percepción. Como la percepción de la víctima, por ejemplo: yo no soy una víctima, soy una mujer que navega sobre (o en) sus circunstancias. Tampoco denuncio. No utilizo los medios de comunicación para denunciar, mis problemas no son importantes. Lo que es importante es construir, construir de forma global y comunitaria. Poner esa marca aquí (o allá afuera) ¿viste? Como tener el poder de pensar en una flor y la energía de sembrar para que esa flor que se pensó, aparezca (o nazca, o germine) ¿No es lindo? A esa marcas en nuestra realidad me refiero. Esas manifestaciones únicas a través de las que logramos crear una realidad ¿alguien piensa todavía que su mente está encerrada dentro de su cabe
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tengo mis deseos secretos, que abro para ti y nadie más ¡soy tan feliz en portugués!
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van a florecer sin tu consentimientos  los lirios en la luz No entiendo bien la razón por la que, en este lugar, odio los bancos. Tengo una aversión literal a tomar mi café, cerrar la computadora y dirigirme a cualquier sucursal bancaria. Y como al que no quiere sopa se le dan dos tazas, pues mis trámites bancarios ya han durado tres días ejerciendo mi "indispensable" presión personal. Hoy, mi "indispensable" presión personal tuvo un éxito mediano, sé que los documentos están en su sistema. Es decir, mis estados de cuenta están ahí, son míos, es mí cuenta, pero como yo no puedo acceder a ellos vía internet (por razones inexplicables) me cobrarán por cada documento: documento mío, con información personal mía, sustraído de una cuenta que también es mía, cinco módicos dólares. No es que haya enfurecido por esa razón, ¿el dinero? sólo importa a los bancos, para mí es sólo papel moneda que "aparece" en el momento preciso y desaparece también cuando
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uma regina é uma regina é uma regina
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Dios, líbrame de continuar enamorándome de abogados ¿pues qué estoy pagando?
No entiendo por qué esta semana no saco de mi cabeza a mis amores. Tengo mucho trabajo: el lanzamiento de la Librería Feminista , La Biblioteca Libre para Niños, La Cooperativa 79902; tendría mucho que hacer: ese libro de crónicas que quiero publicar en Brasil, ese otro libro, Estructura y mucho que viajar al otro lado del mundo; trabajo en un performance que sostendré durante un año. Participo un minuto en una obra de teatro (soy Sor Juana, jua). Pero mientras me abruman los compromisos dentro de esta manera creativa de socializar e imagino las formas en las que he de sobre-vivir en este desierto, tan cerca de México; mientras mi percepción sube y baja de un país a otro y mi corazón va de lado a lado en este continente, algo me detiene poco antes de dormir ¿Qué estás haciendo? ¿Cómo estás? ¿Qué te hizo feliz hoy? Quiero escribir un libro contigo ¿Cuándo sales de vacaciones? ¿En qué otro país nos encontraremos? ¿Cuándo dictas una conferencia en este país? ¿Cuándo presento un libro en
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Estado civil:
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Es la primera vez en la vida que publico fragmentos de un libro que todavía no concluyo, y que no sé cómo voy a concluir. Es la primera vez también que la solicitud para esas publicaciones proviene de Europa. Alemania, para ser precisos. El año pasado publiqué un primer fragmento en un libro titulado La Frontera, del fotógrafo Esthephan Falke; que incluía la selección de 5 narradores, entre ellos yo. Esta segunda vez, otro fragmento de Estructura aparece en el Solitude Atlas, de la Akademie Schloss of Solitude en Berlín; una selección de escritores de todo el mundo en el idioma original con traducción al alemán. Me dio gusto ver incluido trabajo de Palestina, Japón y Afaganistan y la India, entre muchos otros, y también encontrarme con el gran Aaron Kunin, que me encanta. Estructura también se ha publicado en su original español en la revista Zurgai, en Bilvao. Estructura es un libro documental-autobiográfico que, al parecer, se publicará primero en alemán, si algún día lo termin
Llevo un par de meses en los que entro aquí y todo lo que escribo me parece acartonado, algunas veces cargado de asunciones políticas más que obvias y otras, cargado de una razón de ser desesperada, como apilando las pocas ideas rápidamente para no alcanzar a decir lo que vive en el centro (no en el centro del mundo, sino en el centro de mí que, a fin de cuentas es desde el único lugar desde donde podría yo decir algo; al centro de mí que en un contexto global pasa a ser: la periferia, el margen -no por decisión o por gusto- sino por desgracia).  En el paréntesis de arriba no me refiero a la desgracia de vivir al o en el margen, o en la periferia. Sabemos que es, precisamente en los márgenes donde nace aquello que, paulatinamente, irá tomando su lugar, su centro... es la orilla óptima para la creación. Pero la creación y sus orígenes y la base desde donde germina ¿qué importan? Si pienso sólo en mi, no importa nada. Y es ahí donde mi discurso se corta. No puedo pensar en algo sólo