
Otro día más de luto. Como si los periodistas fueran quienes toman las decisiones en las zonas de guerra. No soy una persona optimista, ustedes saben, pero procuro estar absolutamente presente cada día en este pequeño entorno que soy. ¿Somos estos pequeño entornos? ¿O estar absolutamente presentes significa saber y sentir la impotencia de quienes son acorralados y masacrados en territorios donde se supone que nosotros no estamos? Desde hace años suelo pedirle a mis amigas o a mis amigos que me presten su mente antes de dar alguna charla pública, para poder compartir el maravilloso conocimiento que entre todos acumulamos. Creo que lo mismo pasa con el sufrimiento: quién dijo que no estamos conectados. De Guatemala a Dinamarca, de Honduras a Gaza, de México a Japón sé que somos un sólo organismo. Un organismo que insiste en apuñalarse y amputarse a si mismo constantemente. No es una visión religiosa de la realidad, no se confundan, es una visión biológica. Hay más o menos corazón en...