Tengo la iluminación de un condenado Tengo la iluminación de un condenado a muerte, poseo nada así que nada puede poseerme y tengo escrita mi voluntad en mi propia sangre: "Oh habitantes de mi canción: confíen en agua" y duermo perforado y coronado por mi futuro.. soñé que el corazón de la tierra es más grande que el mapa. más claro que sus espejos y mi horca. Estaba perdido en la nube blanca cargándome en lo alto como si fuera un cardenal y el viento en sí mismo mis alas. Abajo, la voz del velador me despierta de mi sueño, de mi lenguaje: Vivirás otra muerte, así que repasa tú última voluntad la hora de le ejecución fue pospuesta otra vez. Pregunté: ¿hasta cuándo? Él dijo: Espera hasta que mueras otro poco. Dije: poseo nada así que nada puede poseerme y tengo escrita mi voluntad en mi propia sangre: "Oh habitantes de mi canción: confíen en agua" Mahmoud Darwish.
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Mostrando entradas de noviembre, 2012
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I have the wisdom of one condemned I have the wisdom of one condemned to die, I possess nothing so nothing can possess me and have written my will in my own blood: "Oh inhabitants of my song: trust in water" and I sleep pierced and crowned by my tomorrow... I dreamed the earth´s heart is greater than its map, more clear than its mirrors and my gallows. I was lost in the white cloud that carried me up high as if I were a hoopoe and the wind it self my winngs. At dawn, the call of the night guard woke me from my dream, from my language: You will live another death, so revise your last will. the hour of execution is postponed again: I asked: until when? He said: Wait till you have died some more. I said: I possess nothing so nothing can possess me and have written my will in my own blood. "Oh inhabitants of my song: trust in water." Mahmoud Darwish ( Now, As You Are Awaken -fragmento-)
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Anoche platicaba con un hombre que es para mí tan dulce como el chocolate. Platicábamos de la reelección de Obama. Él estaba contento porque, me dijo, la reelección de Obama dejaba a la vista claramente que los blancos son la verdadera minoría. Estuve de acuerdo pero. Siempre hay un pero. Le pregunté si realmente pensaba que en el mundo son los presidentes los que tienen el poder y el control sobre las decisiones de nuestros destinos (¿o tendremos un destino común? ¿un horno?). Comencé a preguntar ¿Qué es lo que -y con quién- decide Obama? ¿Desde cuándo los países dejaron de serlo? La dulzura es optimista, así que prefirió creer que "por lo menos -gracias a los avances de la ciencia- los seres humanos podemos vivir más años". No pude evitar preguntar ¿Cuáles seres humanos pueden vivir más años? Tal vez los niños no mueran de tifoidea -aunque sí mueren miles y miles de niños de hambre, tifoidea y ébola- pero mueren con un balazo en la cabeza, o con el estómago partido po...
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Una colección de 15 poemas de mi libro Estilo , (¿ya les he dicho que Estilo es un libro que escribió el personaje de una novela que estoy escribiendo? así que Estilo no es un libro, sino el libro que va dentro del libro) traducidos al inglés por Jen Hofer y con audio de lectura, con todo cariño para traidores y asesinos, hagan click aquí. d.
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Empecé una Librería Itinerante como parte de mi librería Vena Cava . Recorrer Los Angeles con cajas de libros cruzando la ciudad ha resultado una experiencia muy divertida. El otro día para llegar a UCLA tuve que tomar un autobús repleto. Cuando subí, arrastrando la enorme caja de libros, noté que en los primeros asientos, a mi mano izquierda, viajaba una mujer homeless con una maleta gigante. busqué el pasamanos para asirme y continuar, y me percaté que, recargado en el pasamanos estaba un andador metálico de un señor mayor de setenta años que viajaba enfrente de la chica homeless. Afortunadamente, al lado de señor mayor, alguien se compadeció y me dejó un asiento. Así que frente a la maleta enorme de la chica homeless y a un lado del señor del andador me senté con mi caja de libros. Todos íbamos muy apretados. Detrás de mí había subido un chico que minutos antes de abordar el camión aseguraba que yo era de Honduras y que me llamaba Miss Nuñez. El me dijo que era de El Salvador pero...