Estoy aquí haciendo lo que me gusta. No puedo quejarme. Anque lo que me gusta podría hacerse casi en cualquier circunstancia menos desde la muerte, así que sí, Definitivamente soy afortunada. Tantos muriendo y yo aquí, haciendo lo que me gusta. Y nosotros aquí, tú y yo, haciendo lo que nos gusta. A final de cuentas moriremos también. Porque oponerse al extermino no significa luchar contra la muerte. La muerte, ya sabemos, existe de forma paradójica en nuestro cuerpo siempre que estemos vivos. Qué maravilla es nuestro sistema biológico. Más vale comenzar a poner la consciencia ahí (en nuestra biología) porque a como están las cosas nuestro sistema biológico va a ser lo único que nos quede. 

esto puede ser Haifa
Esto puede ser Haifa


Esos estudios sobre la Bioma o la Biota (cerebral, intestinal y del resto del cuerpo) definen realidades que podrían aliviarnos en tiempos en los que, pareciera, no nos queda pizca de libertad. Está bien-está bien, estoy exagerando un poquiño... porque esto es así: mostrar contrastes. Si no mostramos los contrastes,  aquellos que están distraídos sosteniendo la forma desmoronada de las estructuras institucionales no voltearían para sobresaltarse aunque no saben bien a bien por qué. Amo a Bob Dylan cada vez que tengo esa sensación de no saber... cada vez que llego a algún lugar, por ejemplo, y se que algo está pasando y no sé bien a bien qué es... siempre recuerdo la voz de Dylan y su "something is happening here but I dont know what it is" ese sentimiento de: aquí está pasando algo, algo invisible está en movimiento aunque la atmósfera parece muy tranquila, o lo que yo llamaría "este lugar está caliente" ¿lo han sentido? y si lo han sentido se han preguntado como ¿para qué lo han sentido? Esa! Esa es la biología actuando. ¿Ven que no todo es desarrollar una escritura llena de ideas brillantes? Hay contrastes. Es importante poner los extremos uno junto al otro para que surja el "clap!" "hey!" o como quieran llamarle. Algo está pasando y nos van a hablar de espacios neutrales para negociar aquí, sí aquí donde estamos tú y yo o allá afuera en medio de tu casa o en la calle nos van a decir: sí, algo está pasando pero hay que ser neutrales. No hacernos ni para aquí ni para allá, quedarnos quietecitos para que los rieles del tren que está a punto de suceder sobre nuestras vidas cercene lo menos posible o, en todo caso, ocurra un milagro y salgamos tú y yo de debajo del tren (gracias al amor) enteros y bien librados (o amándonos con nuestras vidas cercenadas, como un magnifico ejemplo de optimismo para quienes pretenden amargarse con las circunstancias). 

estas pueden ser personas despojadas de su territorio en el continente africano 


Bueno, pues les decía que nos queda la biología y sus habitantes, por el momento ¿verdad?: la microbiota. Eso es interesantísimo. Nosotros que siempre hemos creído que a pesar de obedecer por condicionamiento todos los sistemas (sociales, políticos, religiosos, culturales) y a pesar de vivir dando la patita aquí y allá, teníamos cierto control peeeero: resulta que hay organismos naturales enteros y, al parecer, infinitos dentro de esto que somos y que intenta tomar por lo menos un par de decisiones alegres en la vida ¿No es hermoso? Pues parece que no nos va a quedar otra que comenzar a ser los pastores de nuestra propias, variadas y enriquecidas microbiotas; conducirlas a no pastar sobre deshechos químicos, campos de pesticidas y mucho menos a abrazar las flores de uranio o mercurio tan tentadoras... hay que retomar el control! Aunque dentro de nosotros ya existen valles hormonales deformes, ríos de pus, montañas de tumores, bien dirigida: la microbiota puede. Hey! no estamos solos, tenemos Microbiota. Así que retomaré el báculo y comenzaré la búsqueda de ese rebaño interior. Al fin supongo... somos multitask...: capaces de pelear como Ninjas en el exterior (si no somos blancos, claro. Los blancos pueden seguir pudriéndose en el sillón de la superioridad cambiando de canal) mientras nos detenemos en nuestro inmenso valle interno a distinguir el canto de los animales, el sonido de agua envenenada donde se inclinan a beber, y llamarlos: darles el pensamiento o la semilla correcta (qué sé yo: un durazno orgánico) y decidir unirnos a su transcurso o invitarlos a nuestros planes. 

Oh la vida es hermosa!