#metooescritoresmexicanos
Una forma de construir carnita placentera sobre mi semilla dura de la verdad, es mi pareja, o mis amantes, ya saben: siempre estoy enamorada de alguien (como de ti, por ejemplo). Entre más enamorada estoy pienso mejor, escribo mejor. Creo que he conocido a los hombres más hermosos y brillantes del mundo. Soy amiga de todos mis ex, excepto uno que está para el #metoo (no es escritor, así que)... pero hasta la fecha, desde mi primer novio, hasta el amor de mi vida siguen en contacto conmigo, hay amor entre nosotros porque lo que yo construyo siempre tiene que ver con el amor.  Me gusta vivir con amor. No me gusta relacionarme con odio. Hace años que no me relaciono sentimentalmente con ningún hombre mexicano y, cada vez que mis amigas me pregunta la razón, mi respuesta es la misma: me gusta relacionarme con amor, construir amor, y los hombres mexicanos (lo descubrí cuando dejé de salir con ellos, sentimentalmente hablando) sostienen relaciones sexuales con odio y con desprecio hacia la mujer, vive en ellos una mezcla de subconsciente católico en busca de la pureza y complejos fisiológicos que les impiden disfrutar de una relación sin culpa y de forma libre. Siempre construyen relaciones de poder y de sometimiento (incluso laboralmente), viven envueltos en un profundo sentimiento de inferioridad que necesitan sanar y que alivian diariamente abusando de "sus mujeres". En cambio, conozco hombres de culturas diferentes para los que la sexualidad es una fiesta, quizá quieran lo mismo: coger (sin o con compromiso), pero disfrutan sin rencor, sin culpa, sin complejos... aman! porque se aman a sí mismos, son seguros, auto-suficientes, no ponen en su pareja la responsabilidad de evaluarlos para sentirse bien, ni ellos ven la relación como una forma de evaluar a su pareja... de que los hay, los hay... los he disfrutado enormemente!
El hombre mexicano, en general, se desprecia a sí mismo, se juzga como algo sucio, desprecia su cuerpo y sus funciones fisiológicas, se humilla y se escupe a sí mismo todos los días; después llega a casa y necesita a alguien para humillar, criticar, escupir, abusar. Es producto de una estructura social enferma, tan rabiosa y acorralada que asesina a quienes considera sus oponentes. 
Los hombres que han abusado de mí y después lo cacarearon con sus amigos: sí! #metooescritoresmexicanos no son conscientes de que abusan constantemente de sí mismos. Experimentan la sexualidad como algo denigrante porque viven cogiéndose a sí mismos constantemente. Viven revolcándose en su propio esperma, o quemándose en su propio infierno, o reventando su cara contra su propio espejo (como quieran llamarle), temblando de rabia y miedo. Lo digo sin rencor. Deseo, sinceramente, que todos ellos puedan amarse un poquito (aunque sea en su siguiente vida), para que sepan lo transformador que es coger en el paraíso.

ps: el otro día leí a alguien que dijo que porque tenía 42 ya no era acosable; bueno, yo tengo 46, y apenas hace una semana pasé por el desagradable momento de tener que decirle a un amigo de toda la vida: tengo novio y es muy celoso, para quitarme su acoso de encima de una buena vez. Agh