Estado civil: sin ortografía. |
Hace varios días, cuatro, aproximadamente, fui a casa de mi madre. Tenía tantas ganas de un atole de chocolate que, mi amiga Lucille decidió transportarme fuera de la ciudad. No sé qué pasa en casa de mi mamá. En cuanto la saludo, me siento con ella un rato en la sala, y comienzo a sentir sueño. Un sueño del que nunca me repongo. "Me voy a dormir un ratito" y así pasa todo el día. En casa de mi mamá duermo y duermo y duermo. Eso me pasó hace unos días. Llegué, bebí un litro de atole de chocolate que ella preparó especialmente para mí, y me fui a dormir. A las cinco de la tarde llamó Lucille para avisarme que pasaría a recogerme. Me levanté, regresé a casa y seguí durmiendo. Pensé que me levantaría a la noche para trabajar pero no, desperté hasta el día siguiente. Creo que entrar a casa de mi mamá es como entrar a su panza de nuevo.