Pero es una desgracia que el concepto de felicidad sea tan indefinido que, aun cuando todo hombre desea obtenerla nunca puede decir de un modo definido y sin contradicción lo que propiamente quiere y desea. La causa de ello es que todos los elementos que pertenecen al concepto de felicidad son empíricos. es decir, que tienen que derivarse de la experiencia, y que, sin embargo, para la idea de felicidad se exige un todo absoluto, un máximo de bienestar en mi estado actual y en mi estado futuro. [...] es imposible que un ser, por perspicaz y poderoso que sea, siendo finito, se haga un concepto determinado de lo que propiamente desea en este sentido. [...]
En resumen, nadie es capaz de definir con plena certeza, mediante un principio cualquiera, qué es lo que le haría verdaderamente feliz, porque para eso se necesitaría una sabiduría absoluta, 
[...] la felicidad no es un ideal de la razón, sino de la imaginación...

De Fundamentación de la metafísica de las costumbres. Immanuel Kant.

pd mío: así que ¡a imaginar!