Parece que el libro es aquí. ¿No? Digo, es que he establecido una rutina al rededor de esta caja de texto que supera cualquiera de los horarios establecidos para trabajar cualquiera de mis libros. Tal vez se deba a que pienso en ti, que imagino que me visitas y me lees. Esa debe ser la diferencia entre esto, y preparar un libro.  Y a que, me gusta entrar a esta caja mientras espero que el café deje de gotear. El ayuno desde el que escribo debe tener su influencia, un poco también. Luego me levanto de aquí, sirvo el café, le pongo crema, le pongo miel y doy el primer sorbo. Ese contacto con el calor de la vida en la mañana, mientras pienso en ti es de un placer incomparable. Entonces tú eres como la miel. Como un sorbo caliente. Como la luz de las siete o las ocho de la mañana en el desierto. Como el silencio antes de comenzar. Puedo apostar que no tienes idea de cuánto me gustaría volver a verte. ¿Sabes que varios amigos míos vienen aquí y creen que estoy enamorada de ellos? ¡Me lo han dicho! ---"Se que estás enamorada de mí" ---"¡¿?!" ---"Sí, lo leí en tu blog. Estás enamorada de mí" y me sorprende, pero ya cuando me lo dicen así, de frente ¿cómo podría decepcionarlos y decirles que no? Cómo decirles que esta soledad piensa en ti o en ti, pero no en ti. (Tiempo de servirme el café. Mis ganas de tomar un avión para pasar a saludarte son insoportables en ayunas). "¿Has salido con alguien recientemente'" me pregunta Mark o "¿Algún día vas a decirme con quien estás cogiendo? me pone nerviosa no saber ¿Qué tal si un día solo desapareces?" me exige alguna amiga. Desaparecer. Siempre he confundido el amor con las ganas de desaparecer: salgo con un chico que trabaja extrayendo petróleo en algún lugar húmedo de Texas. Salgo con un poeta. Salgo con otro chico que trabaja en la construcción. Salgo con un pandillero que hace grafiti. Salgo con un comerciante machista. Salgo con un pintor. Salgo con un junior que está esperando que sus padres mueran para poder disponer de su fortuna. Salgo con un doctor especializado en tecnología que no puede ver más allá del camino que le fue trazado en la escuela para "hacer fortuna". Salgo con un mago. Salgo con un Gurú. Salgo con un esposo mentiroso. Contigo no, contigo no salgo. Contigo, sencillamente me introduzco en el mundo.