Hoy amanecí muda. Anoche tuve insomnio. Anoche tuve ganas de retirarme. Este país no es un mundo, por eso. Tuve ganas de retirarme al mundo. Solucionar todo publicando únicamente a través del copyleft. Ayer hablé con muchas personas. Desde que vivo aquí hablo con muchas personas. Ayer intenté ordenar mi biblioteca. No terminé. Tres meses y no termino de ordenar la biblioteca. Tres meses y ya hice, por fin un espacio en la bodega de la casa. Ayer vi Todo sobre mi madre por decimocuarta ocasión y por tercera vez consecutiva. Ya les he platicado de mis obsesiones y anoche, durante el insomnio, escuché la frase para ese capítulo que no quiero escribir. La escuché clarito. Tenía que ver con el cuerpo de una mujer ahogada. Una mujer ahogada ahí, sobre un cama, dentro de una fiesta, en medio del desierto. No es ficción lo que estoy escribiendo. Escribo realmente del cuerpo de una mujer ahogada dentro de una fiesta, que alguien más no podía creer. Ayer oí la resolución de esa parte del libro. El libro donde nada es ficción y todo parece sustraído de una pesadilla. El cuerpo de una mujer. En el lugar donde las mujeres no dejan de ser mujeres ni cuando yacen muertas, ahogadas, inmóviles a causa de la enfermedad. "Tienes que ver lo que está pasando allá arriba." Yo nunca lo vi. Nunca lo vi.