¡Por favor, díganme lo más gauchezco que puedan! acaban de ofenderse porque dije que el capítalismo no sólo tiene que ver con la forma de manejar el dinero, sino que es una percepción del mundo. Lo que nos condiciona a creer en la ilusión de que el dinero es necesario para vivir. El dinero es una imposición que nos vuelve esclavos de las transacciones para obtener lo necesario para vivir: comida, techo, vestido, calzado. El dinero es el anzuelo del que somos esclavos. Pues ya está, que me han mandado a volar por decir eso. Debió ser mi inglés. Porque en inglés también me dijeron que soy narcisista.  Estoy de acuerdo: es muy narcisista amar Latinoamérica: Uruguay, Argentina, Bolivia, Ecuador, Venezuela y sentirse plena por las decisiones y las mentes que están moviendo esos países. El valor intelectual, el valor cultural, la percepción que ya nadó en ríos de sangre, conoce muy bien las dictaduras y sabe, desde experiencias muy amargas, que el dinero (para decepción de millones) no vale nada. Y no me refiero a los gobiernos, que esos solamente Zeus sabe qué traman. Me refiero a las personas generando cambios en esos países, observando de manera crítica su entorno, cuyo objetivo en la vida no tiene que ver con una percepción individual, sino con la maravilla de actuar pensando en otros, aplicando su vocación al servicio de otros, llámense como se llamen: sociedad, comunidad, ciudadanía, país, Latinoamérica. Para quienes vivimos sin esperanzas, esa percepción, ese único empuje es lo que podría accionar algunos cambios, no para poseer territorios (gran parte de la vida ya no sucede en territorios, sucede en códigos), sino para manifestar realidades diferentes en los territorios que conocemos de forma aburrida y cotidiana y que -seguramente- no nos pertenecen. A mí, por ejemplo, que carezco de país, de idioma y de unos cuantos derechos, a las comunidades me gusta decirles "constelaciones", Me interesa crear constelaciones donde el tiempo y el dolor eson percibidos de manera distinta. Donde no hay luchas, no porque no creamos en un mundo justo, o favorable, sino porque creemos también en la aceptación como un cimiento. ¿Para qué luchar por lo que es irremediable? Hablo de la construcción desde donde las constelaciones tienen remedio todavía. Es decir: justo hubiera sido que ningún estudiante hubiera sido asesinado. Justo hubiera sido que millones de personas no hubieran sido desplazadas de sus territorios. Justo hubiera sido que todos en el mundo tuvieran algo qué comer y un techo donde refugiarse. En fin: sueños, aunque no se trate de justicia de lo que hablo, sino de acción. ¿Qué sería de mi sin esos sueños, fuera de esto, como los sueños que generan nuevas plataformas de comunicación y contacto en internet, por ejemplo? Los niños, el dolor e internet son soluciones básicas para contrarrestar el sufrimiento del mundo. Por cierto sí, leo a Agamben, Deleuze, Gruen y Vercelli; por si les interesa tener bibliografía sobre los condicionamientos a partir del dolor (Gruen), lo irremediable (Agamben), la movilidad (Deleuze) y los territorios libres de la internet (Vercelli). Pero si les interesa acercarse a nuestra constelación de Cielo Portátil, estaremos el jueves 29, en el Stanlee Gerald & Rubin Center de la Universidad de Texas en El Paso, hablando de "Teoría del Campo Unificado" de Jorge Esquina, con Juan Manuel Portillo y María Miranda Maloney, a las 7PM. 
México, los poetas y nuestro Cielo Portátil serán algunos temas a tratar. ¿Vamos?