Te pregunto: ¿Quién es ella? Tú dices: Ella tiene tantos yoes que ni yo mismo la conozco. Ella y no ella. Ella y su personaje, cuando aparecen juntas en un poema, que bebe en muchas fuentes, buscando la satisfacción de lo que no puede ser satisfecho, movidas por el llamado que nos abruma sin darnos cuenta de que ella no llega todavía, y por la renovada sed junto a la primavera. Ella y no ella; ella está presente y ausente; es como si su presencia sostuviera mi ausencia, y su ausencia cargara la presencia de los detalles. Pero ella se mueve con tantos nombres que es imposible saber si ella es ella, o una mujer que mi imaginación y deseo mercurial han inventado. Pero parace que ella es una invención, porque yo nunca confundo los nombres. Nunca llamo a otra por su nombre, su nombre que he olvidado porque lo usé muy raramente.
Mahmoud Darwish