Jazz, comida italiana y amor pueden hacer la noche perfecta para mí (flores: la noche inolvidable). Esta noche fue así, de no ser porque comencé a notar que yo era feliz, mientras mis seres queridos difícilmente se veían a los ojos. Pedí un café con licor para cerrar la cena y decidí brindar: qué bien me siento, me siento feliz. Qué maravillosa es la felicidad ¿no es cierto? Todos me dieron un largo: siiiiiiii. Les platiqué mi idea de hacer una sesión de fotografía desnuda, para la portada de uno de mis libros. Antes de que "todo comience a ver al sur" les dije; algunos de ellos rieron. Uno es fotógrafo, así que le pregunté si él podía tomar las fotografía: por supuesto que no, busca a alguien más para ese privilegio. Bueno, de cierto modo yo conocía la respuesta desde que hice la pregunta, pero insistí: vestiré un kimono abierto, y estaré desnuda leyendo un libro en mi mesa de jardín. ¡mmmmmh! exclamó, pero no cuentes conmigo. Nos reímos, me da gusto ser yo, intentar ser yo, intentar ser libre. Me ha resultado tan difícil volver a ser libre. No podía explicarles la liberación que significa para mí la desnudez, cuánto amo y disfruto mi cuerpo -tal cual-, cómo lo percibo como si se tratara de una flor, y esas cosas en las que he meditado desde hace mucho tiempo. Terminamos de cenar y mis seres queridos comenzaron a discutir, de otras cosas, de sus inconformidades, de sus desacuerdos, de la mujer que pasaba y la ropa que vestía. Alguien mostraba una especie de agua oscura en su interior, no tengo otra manera de definirlo: una especie de agua oscura que cargaba filos, filos ocultos. Dos segundos atrás yo me sentía bien, satisfecha, y bastó ver el sufrimiento de esa persona para sentir mi corazón roto. Tengo el corazón roto mientras escribo esto. Mi corazón se ha roto otra vez. ¿Por qué no se sentía satisfecha? ¿por qué no siente gratitud? Acabábamos de estar escuchando una música maravillosa, los meseros cantaban ópera, el postre y el café estuvieron deliciosos ¿Por qué pareciera que nada es suficiente? y ¿por qué yo necesito su felicidad? ¿Quién creo que soy, que pienso que mi presencia dará felicidad a otra persona? Cuánta arrogancia es la que ejerzo mientras soy feliz. Una persona que guarda agua oscura en las esquinas de su corazón, una persona que habla desde ahí utilizando filos. Vi esa agua oscura porque soy agua oscura y filo. Yo misma me dedico, una y otra vez, a romper mi propio corazón.
d.