Me preocupé por no publicar desesperadamente cada libro que creí terminado. Hace quince años apareció mi primer libro que cuidé, y cuidé desde que comencé a escribirlo, veinte años atrás. Aún así a veces pienso que me equivoqué y que me sigo equivocando. Que tal vez debí esperar estos veinte años, y dejar pasar los seis libros que publiqué igual que los otros tantos que decidí echar a la basura. Porque mi perspectiva sobre el lenguaje y los géneros ha cambiado gradual, pero también radicalmente desde que construí ese libro donde los poemas parecen cubos con un círculo musical por dentro (poemas para niños) hasta ahora. Tal vez debí continuar esperando y trabajar todos estos años en algún trabajo escrito en prosa. No sé. No sé realmente de qué pudieron haber servido esos seis libros pero, bueno, ya no está en mis manos ni en mi cabeza valorar esas cosas. Lo que sí veo, en cada uno de mis intentos por lograr algo dentro de la literatura es que, precisamente ese esfuerzo ha desaparecido. No quiero nada, No me interesa construir nada. Labrar nada, equilibrar nada. Ya no veo la palabra como un material para mis esculturas. Ya no veo al lenguaje únicamente contenido por la palabra. El lenguaje puede manifestarse a través de la palabra y de muchas otras formas. La palabra ha sido para mí, hasta ahora, la única forma. Pero desde hace mucho tiempo soy consciente de que la forma ya no es suficiente para mí. Entonces comencé a mezclar géneros (no se preocupen, no publicaré nada), a escribir en prosa. A sostener arduamente que lo que estaba haciendo ya no era poesía; comencé a fin de cuentas a escribir otro libro, un libro que no me es suficiente, donde no construyo nada. Donde únicamente escribo lo que debo escribir, así, directamente, sin darle vueltas al asunto pero esta no es una idea que estoy compartiendo, porque no tiene forma, y no ha dejado de "hacerse" sólo a través de la palabra, No me interesa mezclar las "disciplinas". He criticado tanto este arribismo multidisciplinario que a fin de cuentas entiende el arte como entiende la venta de unos chicles: marketing. Pero es que el libro no me parece suficiente. Una impresión no me parece suficiente. El libro en sí con sus miles de copias es un objeto tan-tan aburrido. No sé. Perdón, no sé qué estoy haciendo.

d.