"On the road_9.- Alfredo Carrillo"


Esta ha sido una semana interesante. Comiendo únicamente vegetales. Trabajando durante ocho horas rodeada de música que manifiesta mensajes violentos: la música pop gringa (me refiero a música que es una programación constante en las radio-difusoras comerciales) con sus gemidos todo el tiempo, como escuchar a alguien cojer involuntariamente. Y la música mexicana, la de banda, que enaltece la figura del macho que arrasa con todas, y las mata de pena. Es difícil conservarse virtuoso en esos terrenos. Pero no voy a hablar aquí de esos terrenos; ese es otro libro. Mi dieta de vegetales ha hecho su efecto, ayer veía la realidad de todos (incluyendo la mía) como un cascarón, como un juguete que esconde por debajo su maquinaria. Me gusta viajar de noche en la línea dorada del metro que cruza por East LA y Chinatown, no es subterránea y tiene ventanas panorámicas. Me divertí observando los cascarones. Una anciana borracha. Un hipster cool. Un homeless que se detuvo a ver mi bolsa y me dijo "¿puedo tocarla?" ---sí, le respondí. "¿dónde la conseguiste?" ---en new york. "Cool". Fue el único al que no le encontré cascarón; cuando se fue me di cuenta de que el cascarón del hipster estaba enojado. 
Todo me influye. Tuve miedo de desaparecer, por eso estoy aquí. Vine a escribir antes. No sé si voy a desaparecer. No me mal entiendan. Desaparecer es un término mal empleado por mi país para justificar los crímenes que constantemente ejerce en contra de la población, una gama innumerable, claro está, que unifica con el término "desaparición forzada". No me refiero a  ese tipo de desaparación. Me refiero a desaparecer. Desparecer por completo. Tal vez sólo estoy reflejando uno de mis deseos: el siguiente paso, como si estuviera lista para algo. Pero no soy yo, es algo que no tiene nada que ver conmigo. Sino con una realidad infinita. Hay cosas que son difíciles de explicar en una plática como esta, porque no son cosas, no son sucesos, no son circunstancias. Ayer cené con un amigo que no me entendió. No entendió cuando dije que yo quería encarnar la divinidad. Que la divinidad estuviera aquí, conmigo. ¿Alguno de ustedes lo entiende? Es que quizá no es algo que se puede entender, quizá es esa maravilla que sólo se comprende después de haber vivido ciertas experiencias. Quizá es la única maravilla que conozco. En fin, que ahora mismo, ni yo me entiendo. Yeeeeiiii, creo que he comenzado a desaparecer.

d.