"Pero yo, desde hace mucho tiempo, supe que todos los deseos son imposibles. Desde entonces la fascinación de sus orígenes me posee y los contemplo, como quien entra a un universo que no tocará nunca. Pero es el simple hecho de habitar los deseos, el sólo hecho de desear, el que me satisface con una satisfacción extravagante y absoluta. Así es que algunos piensan que me conformo sólo con desear. Y no, eso no es cierto. Porque ¿No es uno mismo, siempre, el creador de todo lo deseado?"
Lorenzo Calleros. Bogota, 1949 (fragmento de la novela Transcurso).
Lorenzo Calleros. Bogota, 1949 (fragmento de la novela Transcurso).