Nunca he creído que lo que escribo importa. La "importancia" es algo que nunca he alcanzado a definir para mi propia comprensión. Pero ayer en la noche decidí relajarme y pensar. Después de pensar un rato y, de sufrir por lo que pienso, el miedo me invadió. Un hueco fue creciendo en mi estómago: un vacío, un precipicio: me dio por pensar en las colaboraciones que me han solicitado recientemente: artistas que no he visto en mi vida, fotografías que no sé cómo fueron tomadas, documentales que, tampoco, sé con qué propósito se habrán hecho o cómo es (ligeramente) el corazón del documentalista. Y pensé en mis palabras, en las cosas que escribo que aparecen acompañando esos otros trabajos. Y el hueco fue creciendo, me devoró. Tuve que acostarme y meterme bajo las cobijas y acomodar mi cabeza bajo la almohada. Muchas veces no sé ni lo que escribo. No sé qué es lo que realmente pasa en el proceso de escritura. ¿Sé realmente lo que estoy escribiendo? ¿Algún escritor sabe lo que escribe? El miedo se convirtió en un remolino ¿qué estoy haciendo? ¿soy yo? ¿a dónde me dirige la vida?
En momentos así veo la realidad fragmentada, comienzo a dividir. Aislo situaciones y luego, percibo cómo cada momento se une con un sólo propósito: que yo exista. La sensación es terrorífica y, además, absurda, pero me ayuda a experimentar lo que en pequeña escala sucede dentro de mí mientras vivo. Tequila de la noche anterior. Edward James Olmos "ahí puede haber un buen cheque" me dicen. Unas grabaciones para promover el voto en la mañana, un desconocido que toma fotografías de mi casa y de mi persona mientras levanto la mano izquierda con el puño cerrado, un grupo de amigos que me visita para proponerme crear una organización y que pregunta ¿cómo piensas mover Proyecto Sur? un recorrido desde Hollywood en metro hasta mi casa con las bolsas de algunas compras. Migraña. Opiniones en twitter. Y al final del día todo termina en ese puerto, yo: qué vuelco tan espantoso percibir cómo cada gente se liga, cada intención es mi intención, cada acción viene a dar aquí, como a una playa oscura.

d.