La frontera a un paso. Tú a un paso. Los aviones a un paso. El ejército a un paso. Los sargentos y comandantes de ejércitos alemanes a un paso. Los cientos de soldados que practican y estrenan sur armas a un paso. El ejército mexicano a un paso. Los escuadrones de la muerte que han masacrado a miles de personas a un paso. los cuerpos descompuestos. Los grafitis de acción poética a un paso. Mi amor a un paso. Mis amigas a un paso. Mis más queridos perros a un paso. La mentira, a un paso. Los amores que se han convertido en miembros de mi familia, a un paso. La paz generada por el terror que ocasiona que ni un alma esté en las calles, a un paso. Los grafitis que el FBI borra en segundos con leyendas de "plata o plomo" a menos-menos de un paso. Las amenazas en las paredes ya están aquí, con sombrero texano. "No te asustes" es lo primero que dice un terrorista bien entrenado cuando te haya de frente. Los ojos de los terroristas nunca son conocidos. El silencio del desierto que amo, a un paso, y a un muro. Mi casa habitada por mis amigos. Las fiestas que, inexplicablemente ahora, me dan asco suceden en la única cantina intocable de la ciudad que me abandonó. Mi vida sucede en otra parte. Yo me estoy borrando. ¿Me estoy borrando? nadie construye su vida, la vida se manifiesta y punto. Uno levanta edificios, echa a andar ideas. Desesperadas, ideas desesperadas que se agolpan como si estuvieran huyendo.
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