un dardo del 2009 (con todo cariño)

Miren que llegó nuestro pequeño gran presidente (supongo que antes de pisar esta frontera lavó y lavó el abismo de sus manos -por eso de la sangre-) y, en un acto de misericordia hizo notar que es capaz de pararse en el centro del matadero sin que le tiemble un ojo.
Ah, querido Calderón, nunca te acordaste que en esta frontera no sólo cae la gente muerta, sino que el gas que consumimos cuesta 80% más caro que en el resto del mundo; bueno ni en Singapur pagan tan caros los hidrocarburos, caray. A lo mejor pensaste que esas son cosas de mujeres: el gas-la cocina; tú sabes. Lo que me sorprendió, querido presidente, fue que, apenas te fuiste, comenzaron otras veinte matanzas ¿No me digas que nada más veniste a señalar qué cabeza faltaba de caer? Eso se llama sangre fría. Sin duda a ti, la derecha, tampoco te tiembla.

d.