"Podría ser peor" dice un grafitti en la Argentina. Lo mismo pienso de mi vida. Siempre podría ser peor. Hace una semana acribillaron a José, el carpintero del barrio. Debo decir que José gustaba de realizar trabajos poco detallados y cobraba caro, pero de ahí en fuera era una persona común, como el barrio. Mi barrio está convertido en una porquería. Cuántas personas han muerto ahí, no lo sé. Vivimos en la época en la que nada se puede contar y, además, no sirve de nada contarlo. Este mundo se está poniendo muy extraño. Es curioso "ver" desde otra realidad cómo los cuerpos van cayendo. En mi barrio se han empeñado, las instancias gubernamentales en promover la cultura utilizando a los sobrevivientes, dándoles un espacio para creer que pueden hacer algo (la fe mueve montañas) obtener algo, tener algún lugar o un poco de control dentro de la guerra. 
Anoche, después de cenar en Jitlada (un restaurant tai con la mejor comida que he probado en mi vida) en el estacionamiento del lugar alguien promovía un sauna portátil: "podría ser peor" pensé, en lugar de vivir en el féretro, podría estar viviendo en este sauna, bajo algún puente. Las rarezas del mundo me hacen sentir culpable ¿por qué no puedo sólo olvidar la podredumbre? 
Estuve en el concierto de Frank Fierfield en un jardín de azotea angelina. Pasé parte de la noche con tres queridos amigos. Mientras cerraba la puerta de esa especie de sepulcro en el que vivo, pensé que -definitivamente- soy muy afortunada. Sin embargo, no dejo de tener esta sensación de vivir en 2 realidades. Una, casi imperceptible, donde los cuerpos están levantando el polvo y la población es manipulada desde sus más escondidos deseos de "destacar", en un lugar donde lo único que pasa es el exterminio (y el circo de las autoridades que pretenden ocultarlo), y otra donde me resulta difícil disfrutar el placer más pequeño. En situaciones así, el simple hecho de tener un poco de privacidad puede considerarse un lujo. Qué decir de la comida tai, o de un músico como Frank Fierfield que, según nos contó, no estaba en su mejor momento (qué sería si lo estuviera). Ninguna noticia, folks.

d.