Entre las rondas que da mi pensamiento por la ciudad que me abandonó, se me va el tiempo. Da lo mismo que me levante a las siete de la mañana que a las diez. Tal vez por pensar y hacerme preguntas como ¿de quién fue la idea de que el trabajo dignifica? Pensaba en un "slogan" que dijera "No trabajamos, creamos" pero esa es una verdad, y tratándose de comunidades de diferentes ideologías, credos, países y culturas, verdades como esa pueden derrumbar vínculos. Pensaba en el poder y la política, dos términos devaluados porque nos han hecho creer que no nos pertenecen ¿quiénes? buena pregunta e interminable respuesta. Quizá valdría la pena preguntarse ¿en qué momento? Tal vez son los mismos que deciden cuál prensa está acreditada, por tratarse de un medio de comunicación "verdadero" y quiénes no pueden pararse por las ruedas de prensa por no contar con las "acreditaciones" suficientes ¿es eso libertad de expresión? ¿quién acredita  y en relación a qué? Saben que no soy optimista, ni esperanzadora, mucho menos entusiasta, pero ¿no son estas preguntas las que la mayoría nos hacemos todos los días? quisiera pensar que sí, que desde el que trabaja sirviendo de tornillo en algún proceso de producción industrial hasta la niñera ilegal se preguntan lo mismo: ¿el dinero vale lo que nos cuesta? Tal parece que los "banqueros" están dispuestos a continuar con el exterminio sistemático de sus opositores, y van por orden: "que nadie se entere que el dinero hace tiempo carece de valor. Exterminaremos la mayor cantidad de indígenas en latino américa (en dónde más), son las personas que "nadie" extraña y las que más se oponen a este "negocio" empeñados en permanecer con sus culturas ancestrales -no quieren aprender a ser tornillos, tuercas, cables, cadenas o ejes-". 
Oh, dear me, creo que mejor salgo a caminar.

d.