A cerca de un rincón seguro
Después de mucho tiempo de rehuir la poesía/ volví a asistir a una velada literaria/ por solidaridad con los poetas bosnios,/ que habían salido venciendo dificultades de las ciudades hambrientas, asediadas,/ de los sótanos de las casas destruidas, de las trincheras,/ de las noches de Sarajevo,/ iluminadas con explosiones e incendios./ Me senté en la última fila/ porque tengo larga experiencia en veladas literarias,/después escuché lo de las muchachas violadas, los campos de concentración,/los montones de osamentas y huesos/ que se acumulaban como residuos industriales/ en los basurales de la ciudad;/pronto me escabullí sigilosamente de la sala./Fuera eran quince bajo cero y caía una nieve seca,/el aire helado irrumpió hasta el fondo de mi nariz/ como un aguardiente abrasador,/dejé de respirar, e impulsado por la impotencia,/me puse a pensar en el esquí por los glaciares/ y en el silencioso deslizamiento entre/ pinos y montones de nieve en el monte Grintovec;/ tras esos momentos de placer celestial/ me refugié en una taberna a tomarme un té y un licor de miel./ Mientras bebía, le comenté a la camarera/ la monstruosa arrogancia/ que tan desvergonzadamente domina nuestras vidas/ y que tiene la culpa de que no haya garantía en el mundo/ para la poesía;/ el tremendo sufrimiento de una víctima agonizante/ no asegura/ ni un sólo verso inspirado,/ y el vuelo desorientado de una mariposa sobre el rostro/ de un poeta borracho/ puede ser más conmovedor para la poesía/ que los ojos de los niños arrancados en presencia de enloquecidas madres./ Tuve la impresión de que la camarera hubiera llegado a comprenderme perfectamente/ si justo antes del punto final/ no me hubiera vencido el sueño./la camarera, una vieja y buena conocida, me buscó/un rincón seguro/ y me adormecí dulcemente sabiendo/ que me iban a despertar/ cuando a las dos de la mañana cerraran la taberna.
Alojz Ihan (Ljubljana, Eslovenia, 1961)
traducción Francisco J. Uriz
d.
d.