
No sólo de idiomas vive el hombre, oigan. Pero a mí me ha servido el discurso. Ese discurso interno. Quisiera, pero no puedo, recordar la primera vez que asocié una palabra con el pensamiento. ¿Desde cuándo comencé a construir esta forma de pensamiento? Esto que soy. Una de las cosas que más valoro son las conversaciones que me permiten ver la vida con ojos nuevos. Tal vez por eso me gusta tanto leer, tal vez por eso cuando mueren los autores que he leído durante tanto tiempo siento que una conversación se corta, que ya no tengo hacia dónde dirigirme. Me sucedió cuando murió Arno Gruen, por ejemplo. Pero también en el corazón de mi mente viven personas con quienes he aprendido a ver la vida distinta sólo por conversar. Por eso sé que la vida no es sólo lo que nos gusta creer que es la vida: nuestros versitos, nuestras traducioncitas, nuestras lecturas, nuestros libros, nuestros escenarios. Hay tantas formas de estudiar la experiencia de la vida que me parecería ilógico no intentarlo, j...